Cristina de Borbón, la infanta exiliada
En 2012 salió el escándalo del caso Nóos, el Rey como consecuencia
envió a su consejero personal a que avisara a la infanta y a Urdangarin de una reunión
crucial. Con esta reunión el Rey esperaba que Urdangarin y su hija se
separaran, o que la infanta renunciara a sus derechos de sucesión. La infanta montó
en cólera: “¡Yo nací Infanta y moriré Infanta!”. Los duques no hicieron ninguna
de las dos cosas.
Actualmente siguen juntos, pero Cristina de Borbón se ha ido
quedando sola.
Su familia empezó a cerrarle el grifo, no la invitaban a los
actos y por lo tanto no le pagaban. La familia Urdangarin tuvo que vender su
palacete de pedralbes además de ganar enemigos por todos lados. Empezando por
Diego Torres, ex socio de Urdangarín, y acabando por el Rey y por su hermano Felipe
VI .
El exjefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, ha afirmado que la
monarquía sabía todo lo que hacían y, por tanto, no pensaron que hubiera nada
malo. Ahora Cristina solo cuenta con el apoyo de su madre Sofía y de su hermana
Elena pero la fiscalía a decidido enviarla exiliada todo el verano a su casa de
Ginebra, apartada de los suyos hasta el próximo juicio.
Opinión:
La monarquía ahora va de victima cuando sabía todo lo que la infanta y su
marido estaban tramando, y no se les ha imputado por nada, con esto ya vemos un
claro ejemplo de poca igualdad ciudadana. También con esta noticia aprenderemos
a que si te dejas llevar por la codicia acabaras mal.
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